Como un aporte al Valle del Software, la Institución construyó un exoesqueleto, avance tecnológico que mejorará la calidad de vida de un joven de 22 años que no puede caminar bien, dado que perdió la sensibilidad y fuerza en su tobillo derecho tras sufrir un accidente hace varios años.

Se trata de un sistema semejante a los trajes robóticos que generan energía para diversas tareas físicas. Se compone de cables metálicos, material termoplástico fabricado en impresoras 3D y tela hipoalergénica que ofrece más comodidad al paciente.
Esto ha sido posible tras varios meses de trabajo en el laboratorio Cientic, pesa un kilo y es accionado por un sistema embebido basado en un procesador cortex M3 y una batería integrada que tiene una duración de alrededor de dos horas para un uso continuo.
El beneficiado del exoesqueleto es Norberto Urrego Zapata, quien recuperó la esperanza de volver a caminar como lo hacía antes, tras conocer que el invento fue diseñado a su medida y necesidad.


Este prototipo está en su última etapa. Una vez terminen las muestras se reducirá el tamaño para que el portador pueda usarlo bajo la ropa sin que se note.