En Bogotá se realizó el “Gran Coloquio Internacional sobre Inteligencia Artificial en la Educación Superior: Prospectiva y Paradojas” que reunió a más de 20 expertos nacionales e internacionales en un diálogo profundo sobre los retos y oportunidades que esta tecnología plantea en el ámbito educativo. Con más de 1.800 asistentes virtuales y 170 presenciales, el evento fue una muestra clara del compromiso del Ministerio de Educación Nacional en alianza con la Institución Universitaria Pascual Bravo con la calidad, la innovación y la pertinencia de la educación superior en el país.
El viceministro de Educación Superior, Ricardo Moreno, concluyó: “El desafío es utilizar la IA para reducir las brechas digitales y garantizar el acceso equitativo a la tecnología, especialmente en regiones con recursos limitados. Este Coloquio reafirma el compromiso del Gobierno Nacional por posicionar a Colombia como un referente en educación e innovación tecnológica”.
“La inteligencia artificial no es un fin en sí misma, sino un medio para cerrar brechas, generar oportunidades y proyectar a Colombia como líder en la transformación educativa” dijo el rector de la I.U. Pascual Bravo, Juan Pablo Arboleda Gaviria.
El Coloquio tuvo cinco conversatorios que abordaron temas clave como la integración de los Sistemas Internos de Aseguramiento de la Calidad (SIAC) en la educación a lo largo de la vida, los retos éticos y regulatorios de la inteligencia artificial y su impacto en los procesos de aprendizaje y evaluación.
“Es muy importante usar la inteligencia artificial como herramienta en la educación porque permite abordar problemas históricos, como la personalización del aprendizaje y el acceso continuo de los estudiantes al conocimiento. Además, alivia la carga de trabajo de los docentes”, afirmó John Anthony Atkinson Abutridy, profesor de la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile.
Por su parte, José L. Santiago Castillo, de la Caribbean University en Puerto Rico, destacó: “La IA debe empoderar el aprendizaje y estimular el pensamiento crítico, pero no puede sustituir al docente. Debemos garantizar que la tecnología complemente la educación y preserve la ética y el razonamiento humano”.
Desde el ámbito nacional, Jeannette Rocío Gilede González, directora de Planeación y Aseguramiento de la Calidad de la I.U. Pascual Bravo y quien dirige el Proyecto que hizo posible el Coloquio subrayó la importancia de los Sistemas Internos de Aseguramiento de la Calidad (SIAC) en la transformación educativa: “Los SIAC no solo promueven la mejora continua, sino que permiten a las instituciones conocerse, comprobar sus objetivos y redefinir sus estrategias para satisfacer a los grupos de interés y construir comunidad”.
El evento también sirvió para resaltar iniciativas como el Laboratorio Público de Inteligencia Artificial (LIA), una apuesta de la I.U. Pascual Bravo para desarrollar tecnología, fomentar su apropiación ética y promover soluciones innovadoras que impacten positivamente a la sociedad. Este proyecto se suma al compromiso nacional de garantizar que la IA sea una herramienta accesible y efectiva para impulsar la educación de calidad en todos los territorios.
Desde el Ministerio de Educación se resaltó que estos espacios son fundamentales para consolidar políticas públicas que integren tecnología e inclusión, garantizando oportunidades equitativas para todas las comunidades educativas del país. La inteligencia artificial, cuando se utiliza estratégicamente, no solo optimiza procesos, sino que redefine las bases de una educación superior más accesible, pertinente y acorde a las demandas del siglo XXI.
Este Coloquio se enmarcó dentro del Proyecto de Fortalecimiento de los Sistemas Internos de Aseguramiento de la Calidad (SIAC), una iniciativa liderada por el Ministerio de Educación Nacional en alianza con la Institución Universitaria Pascual Bravo.
Este proyecto no solo busca consolidar los SIAC como herramientas clave para la calidad educativa, sino también integrar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial para optimizar procesos, fomentar la innovación y garantizar que las instituciones educativas respondan a las necesidades de sus comunidades. Con este compromiso, Colombia avanza hacia un modelo de educación superior que combina excelencia, inclusión y pertinencia, consolidándose como un referente regional en la transformación educativa.
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