Este enfoque busca que la universidad dé una mirada diferencial al trabajo que se desarrolla en su interior. Así, podemos incluir en la mirada interseccional, diferenciaciones de sexo, etnicidad, nivel socioeconómico y diversidad funcional, sexual y de género, así como todas aquellas que, en el desarrollo de su labor y las expresiones de diversidad en la institución, sean consideradas necesarias.

ONU Mujeres^[1], define la categoría género como aquella que se refiere a los roles, comportamientos, actividades, y atributos que una sociedad determinada en una época determinada considera apropiados para hombres y mujeres. Estos, son constructos sociales, sobre los cuales se han fundamentado relaciones de poder que han sido desiguales especialmente –aunque no de forma exclusiva- para las mujeres.

Dentro de la categoría género, se incluye la diversidad sexual, la cual busca deconstruir la discriminación que se ha fundamentado sobre una visión patriarcal y heteronormativa de la sexualidad; generando exclusión y todo tipo de violencias contra la diversidad sexual existente en la sociedad entre las cuales, las más comunes son de personas gais, lesbianas, bisexuales, travestis, transexuales.

Para abordar la categoría género, también se incluye la mirada diferencial que reconoce que hay otros factores que deben ser relevantes a la hora de abordar la diversidad, tales como la etnicidad (en el caso de Colombia enfocada en poblaciones negras, raizales, indígenas, palenqueras y room, siendo estas las más comunes).

El nivel socioeconómico destacando en este ámbito las oportunidades y privaciones que gracias a él se generan, y la diversidad funcional como un factor de exclusión que sigue siendo latente en la sociedad, tanto a nivel estructural como cultural.

[1] Profundicemos en términos: Guía para periodistas, comunicadoras y comunicadores. 2016, ONU Mujeres Guatemala.