Desarrollar tecnologías que permitieran medir la calidad del agua, así como ya lo había logrado la Institución con un dron que tiene la capacidad de monitorear la contaminación del aire, fue la idea que les permitió a estudiantes y docentes del semillero de automatización y robótica, Sauro, desarrollar y modelar los primeros minisubmarinos que monitorean el comportamiento de las fuentes hídricas a través de sensores.
Los drones subacuáticos, controlados por radiofrecuencia, poseen 3 sensores que envían los datos de manera inalámbrica a una estación en tierra, que se encarga de almacenarlos.
Los investigadores desarrollaron 2 prototipos: el EcoRover 1.0, construido en PVC, que es para inmersiones superficiales; y el EcoRover 2.0, hecho con un nylon de alta resistencia, que puede hundirse hasta dos metros. Las piezas de ambos fueron impresas en 3D y construidas en acrílico transparente.