En Medellín, el 5 % de la población económicamente activa es empresaria, esto ubica a la ciudad entre las tres más emprendedoras, después de Bucaramanga y Bogotá.
Esto gracias a los grandes esfuerzos que se hacen desde la Administración Municipal para fortalecer un emprendimiento que finalmente derive en generación de empleo. A ello se vinculan entidades de educación, empresas públicas y privadas en la consecución de soluciones para el nuevo empresario.
El Parque E, por ejemplo, fue concebido como una de esas soluciones. Patricia Fuel, su directora, manifestó que “en Medellín estamos muy satisfechos porque estamos trabajando de manera decidida en la articulación institucional, en crear un ecosistema donde no cada uno va por su lado, sino que realmente estamos mirando dónde hay duplicaciones, qué vacíos hay y cómo se llenan. Mejor hacer unas instituciones mucho más especializadas, porque hay mucho que hacer y así no estamos gastando esfuerzos, energía y recursos en los mismos puntos”.
Es así como se pretende hacer un camino completo, donde cualquier emprendimiento, en cualquier etapa de madurez, obtenga una respuesta a las diferentes necesidades que tenga.
Bases para emprender
Patricia Fuel contó que la especialidad del Parque E es “pasar del papel a la puesta en marcha, es decir, pasar de la idea o proyecto a que se convierta a una empresa”, esto es posible con la cooperación de cinco instituciones de educación superior: las universidades de Antioquia, Pontificia Bolivariana, Eafit, de Medellín y la Fundación Universitaria Ceipa, encargadas de que desde la academia “se aumente la masa crítica de emprendedores basados en el conocimiento”; entendiendo que “el emprendimiento es un eje transversal para la formación integral de profesionales”.
El Parque E, entonces, busca que el emprendedor que entró al programa con una idea o proyecto, “salga con una empresa constituida formalmente, que está generando al menos los dos primeros empleos formales calificados y que está vendiendo mínimo en el primer año $70 millones”, informó Fuel.
En esta misma instancia participa Ruta N, quienes adicionan un componente de innovación, para ello Jorge Llano, experto en emprendimiento de esta iniciativa, indicó que aunque “estamos encontrando que los emprendimientos están muy inmaduros y no están llegando a tener las tasas de desarrollo que nosotros queremos en este momento, lo que estamos haciendo es formación a emprendedores buscando que desarrollen un modelo de negocio alrededor de la solución que están trabajando, dándoles la mayor cantidad de herramientas posibles”.
Para esta instancia siempre es necesario capital, que si bien estas instituciones no tienen, sí le indican al empresario dónde puede encontrarlo y cómo invertirlo, como lo indica Fuel “hay muchos recursos afortunadamente en Colombia y en el mundo, que por ser semilla ni siquiera hay que regresar, siempre y cuando se cumpla con un plan de trabajo estructurado. Pero la mayoría de las personas comunes no saben o dónde están esos recursos, o incluso así lo sepan no pueden acceder a ellos porque el Sena, Colciencias o Impulsa, piden una institución que los avale, nosotros somos una institucion de acompañamiento y aval para estas empresas”.
Y Llano, de Ruta N, afirmó que “en este momento Medellín tiene en toda la red de ángeles y fondos de inversión de más de US$100 o US$150 millones. Es muchísimo lo que hemos hecho, lo que pasa es que todavía falta demasiado”.
Aceleradora de empresas
Una vez que las empresas ya han pasado por estas primeras instancias, y los emprendedores ya han generado algunos empleos y han cerrado sus primeros negocios pueden pasar a Creame, la instancia encargada de la aceleración de las empresas.
Como su directora Marta Liliana Gallego lo indicó, “Creame es el acelerador de empresas de la región, y también venimos prestando servicios de emprendimiento corporativo, ya no solo atendemos a los emprendedores que quieren acelerar sus proyectos empresariales sino que también a las grandes y medianas empresas donde adentro pueden haber oportunidades escondidas, entonces les ayudamos a identificar dónde pueden hacer nuevas empresas”.
Además, en esta etapa se pueden aprovechar otro tipo de recursos que, como Gallego explicó, “el sistema financiero mira los emprendimientos con ojos diferentes, y en estos momentos están buscando la manera de poder entrar a ese sector, y crear productos adecuados para emprendimientos en etapa temprana”.
Fortalecimiento empresarial
Y para cerrar el ciclo, y minimizar la mortalidad empresarial en los primeros años, es necesario generar procesos de fortalecimiento, en los que tiene parte activa la Cámara de Comercio de Medellín. Su gerente de Competitividad, Fredy Pulgarín, afirmó que “un tema central de nosotros es lo que llamamos acceso a mercados, que es siempre la variable de salida, la empresa se crea y se fortalece pero si no vende nunca se realiza como empresa”. Y “el otro foco grande es lo que llamamos las buenas prácticas empresariales, que hoy por hoy están muy centradas en temas de transferencias de conocimiento”.
Indicó además que, así como todo el proceso anterior es gratuito para el emprendedor, esta es una contraprestación de la Cámara de Comercio. “Estos proyectos son una retribución para el empresario por haber pagado el Registro Público Mercantil, con ese dinero no solamente se acredita como una empresa formal sino que además con esa platica, usted está pagando por adelantado unos servicios de fortalecimiento empresarial”.
Retos para emprender
En todo este camino andado son muchos los aprendizajes, en un año en promedio en la primera etapa se atienden aproximadamente 124 emprendimientos, en la segunda 35 y en la última 8.000. Pero aún falta mucho y hay retos muy importantes por superar.
Patricia Fuel, por su parte, dijo que “como reto, definitivamente, hay que incrementar más la masa crítica. Si bien ha aumentado el número de profesionales que ven en el emprender una opción de proyección profesional, frente a la cantidad de profesionales que egresan cada semestre de las universidades sigue siendo muy bajito”.
Por otro lado, Jorge Llano indica que los retos van en tres direcciones, la primera “queremos verdaderamente desarrollar emprendimientos de alto impacto, que son estos que son de crecimiento rápido, con ventas altas, que si bien se están dando, necesitamos muchísimos más, porque pueden contribuir mucho al desarrollo económico de la ciudad”. En la segunda, “un tema de educación pero ya de ciudad, muy cultural, en la que las personas tienen que empezar a plantearse soluciones más globales, soluciones que tengan un mercado muchísimo más grande fuera de la ciudad de Medellín”, y en la tercera, “lograr que los inversionistas acepten los riesgos de negociar con emprendimientos en etapas muy tempranas, y que los emprendedores entiendan que eso no es plata regalada, sino que se pongan a la altura de los retos”.
Logrando estos retos, como lo dice Gallego, se logrará “consolidar esa plataforma de ciudad para volverla la mejor oferta en Latinoamérica de emprendimiento”.
Fuente: ElMundo.com